Los
jugadores ganadores de poker, despliegan su repertorio de habilidades
adquiridas y estudiadas en cuanto se sientan en una mesa, hacen
apuestas para extraer valor, hacen faroles para eliminar a los
rivales del bote, inducen acción de manos peores, etc..
Una
de estas habilidades, es la mentalidad, el enfoque o dicho de otra
forma la faceta psicológica del juego. Un jugador, por muchos
recursos técnicos que tenga no los puede maximizar si no los
complementa con una correcta actitud y enfoque del juego.
Lo
primero que deberíamos tener claro es la “realidad” del poker,
exactamente, ¿que es el poker?.
El
poker es un juego de habilidad, lógica y matemáticas, pero por
suerte o desgracia también tiene su parte de azar.
Con
cada mano que se reparte, es un nuevo comienzo, esto querría decir
que la forma mas lógica de ganar es ganar cada mano, pero el ganador
de cada mano está condicionado a la aleatoriedad del reparto. Por
muy habilidoso que sea un jugador, nada puede hacer contra esto, las
cartas que le reparten a el, a los rivales y las comunitarias son
aleatorias, así que para aumentar las posibilidades de éxito debe
hacer que sus rivales abandonen como único recurso.
Por
suerte, esto no es la verdadera lógica del poker, ya que no consiste
en ganar el mayor numero de manos posibles, si no la mayor cantidad
de dinero posible. De hecho, el la verdadera habilidad oculta del
juego, no es buena idea ganar todos los botes, el jugador que intente
esto seguramente terminará por perder mucho dinero.
Resulta
cuanto menos extraño que un juego donde el ganador es el que menos
partidas gana, pero como dije antes lo importante no es el numero de
manos sino el dinero que se gana. Podemos perder 122 botes de 1$ y
ganar 8 de 45$. El jugador que comprende esta realidad, espera su
momento de atacar el bote y llevarse la maxima cantidad de dinero
analizando las pistas que le dan las cartas comunitarias, su propia
mano y las apuestas de los rivales.
Ya
tenemos definida la primera realidad del poker, sabemos que el poker
es un juego de destreza, pero también de suerte. Pero, ¿En que
medida es mas cuestión de suerte que de destreza?.
Para
esto tenemos la segunda realidad. En el corto plazo es cuestión de
suerte y en el largo plazo es cuestión de destreza.
Las
formas de ganar una mano de poker son solo dos, hacer que todos los
contrincantes abandonen antes de mostrar las cartas ante una apuesta
o tener la mejor mano al mostrar las cartas en el show down. Un
jugador puede aumentar sus posibilidades haciendo abandonar a sus
adversarios, pero a la hora de enseñar las cartas solo cuenta el
valor de su mano. La aleatoriedad del reparto en una mano puede hacer
que nuestro rival haya conectado una mano buena a la que lo le
vayamos a hacer abandonar, que nos pague todas las fichas con una
mano que conecte en cartas futuras una mano mejor que la nuestra(out
draw o bad beat).
Es
una realidad que fácilmente puede hacer que varios fragmentos
individuales de suerte puedan agruparse para hacer que un jugador
tenga una racha muy mala o muy buena. Para poner un ejemplo, pongamos
que en un mes tenemos 1000 situaciones en las que tenemos una mano
conectada contra un proyecto de color del rival en el flop. Las
posibilidades de que el rival complete color hasta el river son de
mas o menos 35%. Esto no quiere decir que en estas 1000 350 el rival
vaya a conectar el color y el resto no, puede pasar por el elemento
azar, que consiga conectar esa jugada 480 veces y hacernos perder mas
de lo que esperaríamos de media. En contra partida puede pasar
tambien que conecte solo 125 haciéndonos ganar mas de lo que nos
correspondería de media. Esta variación matemática hace que
ganemos mucho mas o mucho menos según las rachas.
No
importa lo bien que juguemos, este tipo de estadísticas afectará a
cualquier jugador de poker enmascarando su habilidad en el corto
plazo.
Por
suerte, tenemos la tercera realidad en el poker, en el largo plazo la
habilidad es la que domina.
Los
matemáticos la llaman “la ley de los grandes numeros”, esta ley
nos dice que a mayor numero de ensayos menor el la probabilidad de
que obtengamos un resultado extremo. ¡Que te pires Peri!.jeje.
Fijándonos
en el ejemplo del proyecto de color, esta ley nos dice que si la
muestra en lugar de 1000 manos hubiera sido de 100.000 hay menos
posibilidades de que el resultado de 48% se obtenga.
Pero,
tener una muestra de manos tan elevada nos va a llevar mucho tiempo,
pero es el tiempo que necesitamos para que el factor suerte
desaparezca.
Un
jugador ganador, conseguirá beneficios casi con total seguridad en
un numero muy elevado de manos, aunque esto tampoco es del todo
seguro sobre todo si es un ganador marginal. En una muestra elevada,
habrán periodos de perder mas de lo que deberíamos y también
peridos en los que ganaremos mas de lo que nos correspondía.
Llegamos
a la cuarta realidad. El poker es un juego de pequeñas ventajas.
Puede parecer que un jugador al ganar un bote gigante que esté
ganando mucho dinero, en realidad esto no es así, básicamente está
ganando la parte proporcional que le correspondía en esa mano en
concreto, ya que como hemos dicho, el azar es la dominante en el
corto plazo.
Consideramos
a un jugador ganador de un nivel cuando está ganando a un ritmo de 6
ciegas cada cien manos, esto en realidad comparado con el bote medio
que gana es casi ridículo.
Los
jugadores de poker ganan dinero de los errores que cometen sus
rivales, que normalmente suelen ser pocos o de pequeña cuantía.
Cualquier mano puede ser ganadora, y no es muy frecuente que se esté
apostando con la mejor mano posible siempre, por lo tanto cuando los
rivales están viendo apuestas que no deberían, están cometiendo
estos errores que se van sumando los unos a los otros a lo largo del
tiempo haciendo que los mejores jugadores puedan ganar. Pero no tanto
como puede parecer al ver el tamaño de un bote.
Y
cinco, el poker es un juego de alta varianza.
Es
simplemente la conclusión que podemos sacar de las cuatro
anteriores. El poker es un juego de habilidad en el largo plazo y de
suerte en el corto plazo, si le sumamos que es un juego de pequeñas
ventajas, nos quedamos en que no será difícil ver que uno o dos
botes pueden determinar el resultado de una sesión, lo cual nos deja
en que unas pocas sesiones perdedoras nos pueden situar en una mala
racha.
Esta
es la realidad de este juego, no hay que intentar contrarrestarlas,
ni cambiarlas, hay que entenderlas y aceptarlas, son las reglas, si a
alguien no le gustan estas reglas, mejor que no juegue.